jueves, 21 de febrero de 2008

Evolucionando


El día a día, las múltiples ocupaciones, el universo de actividades hechas en tiempo récord y las que faltan por hacer, le restan tiempo al ciudadano común para disfrutar de una lectura completa y profunda sobre algún tema específico.


Los profesionales de los medios de comunicación social no escapan a la seductora posibilidad de nutrir sus espacios, bien sean informativos, interpretativos o algún otro género periodístico consultando el ciberespacio. Pero, en ese correr diario, se ha obviado la formación práctica en el uso de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC), para vivir en una sociedad globalizada y aprovechar las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías digitales.


Tercer Mundo

En los medios de comunicación latinoamericanos la tecnología ha llegado de repente, casi como un invasor, cuando los periodistas ya estaban dominando a la máquina de escribir eléctrica, apareció sobre sus escritorios el computador, ¿una máquina de escribir con un televisor?
Comenzó el caos, los periodistas se vieron obligados a correr tras una tecnología que todos los días cambia y que a ciencia cierta todavía muchos no entienden y es entonces cuando nacen los analfabetas digitales; esto aunado a la endeble formación intelectual y el estilo inmaduro de algunos periodistas, los lleva a cometer también delitos electrónicos que afectan tanto a la ética y credibilidad del mismo, como a sus lectores.

Los periodistas responsables de sentarse ante un computador para redactar las informaciones que llegarán hasta los lectores fieles o infieles de un cibermedio, no solo deben saber manipular un ordenador y los diferentes softwares que el equipo pueda tener, es su deber conocer y estar conectado con la cultura digital, en la cual se deben manejar criterios y valores firmes de ética y responsabilidad social.


En conclusión, la cultura digital si bien es algo nuevo para quienes escribimos desde los países del tercer mundo, es algo con lo cual debemos estar conectados e identificarnos, de lo contrario la masa nos arrastrará dejándonos al margen de la evolución.
Ya no es suficiente saber lo que sabemos hoy, es nuestro deber prevenir y esperar lo que se presentará mañana, sin establecernos barreras de ningún tipo. Si bien nos sentíamos cómodos ejecutando los procesos más engorrosos para presentar un trabajo periodístico de calidad, porque no usar ese sin fin de herramientas que nos ofrece la tecnología en pro de hacer un mejor periodismo

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